Imagenes Manga Helena 3-3 [el caballo]

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Imagenes Manga [el caballo]

Una musica que no hace sonar no sirve para nada. Una historia musical llama pues un universo imaginario donde se entablan situaciones extraordinarias. Como no estamos en un mundo realista, la musica puede expresarse plenamente en el, y es mejor. En el universo de la Heroic Fantasy muchos sentimientos y situaciones son extremados y acarrean ilustraciones cuanto mas fuertes e interesantes.

Helena
y la orquesta del mundo de las nieblas

Capitulo 3 : La casa

Pasó tiempo ordenando todo, luego volvió por fin al piano. Estaba agotada.

La noche había caído y por la pequeña ventana percibíamos los árboles sobre la colina que levantaban sus siluetas negras y sus brazos largos y ganchudos bajo la luna. Cuando entraba en la música y cuando se dejaba llevar por ella, era un alivio inmenso, como el de entrar en un baño caliente y relajante.

Cerraba los ojos y poco a poco sus dedos parecían tocar todos los instrumentos de la orquesta; los contrabajos, doblados por los bajones, los violoncelos, y las violas, apoyadas a veces por la armonía de los bosques y de las trompas, eran su mano izquierda.

Su mano derecha era por turno los violines, las flautas que daban vueltas, entrecortadas por arpas que corrían de un extremo al otro del teclado. Luego, sus brazos se levantaban, y caían de toda su fuerza; era el turno de los timbales, de los trombones, de la tuba y de las trompetas de reforzar este momento de potencia y de traer esta brillantez metálica punteada de címbalos explosivos Era una embriaguez de colores y de sonidos, como un trance hipnótico en la cual había que abandonarse, dejarse llevar.

Helena se sentía aspirada como por una caída en el vacío, dejándose flotar estrellándose en el aire. Con los ojos cerrados fue atrapada por un remolino del espacio y del tiempo, donde se mezclaban ahora voces, gritos, un cielo morado sombrío y el sonido de una orquesta cada vez más fuerte. Le parecía ahora que la misma naturaleza de su teclado había cambiado. Los instrumentos no venían más de ella sino de su alrededor.

Al fin de una frase musical abrió de repente los ojos. Estaba en una sala inmensa, una catedral gótica. Detrás de ella jugaba una gran orquesta sinfónica, y delante de ella había solo un piano sino un órgano inmenso de iglesia cuyos tubos ascendían hacia la bóveda superior a más de diez metros de altura.


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