Series Manga Helena 3-1 [libros de fantasia]

http://www.musicaltales.com/es/
Series Manga [libros de fantasia]


Una musica que no hace sonar no sirve para nada. Una historia musical llama pues un universo imaginario donde se entablan situaciones extraordinarias. Como no estamos en un mundo realista, la musica puede expresarse plenamente en el, y es mejor. En el universo de la Heroic Fantasy muchos sentimientos y situaciones son extremados y acarrean ilustraciones cuanto mas fuertes e interesantes.

Helena
y la orquesta del mundo de las nieblas

Capitulo 3 : La casa

Helena estaba ahora en su casa. había pasado la verja de la portada con su chirrido habitual, cruzado el jardín y sus arbustos, cuyas hierbas eran altas y amarillentas. Eso parecía mas a una pequeña prolongación organizada del bosque que a un trabajo de jardinero. La casa no era tampoco un gran modelo de limpieza, algunas tejas estaban deterioradas, las pinturas demasiado viejas, la hiedra trepaba por algunas paredes hasta los canalones obstruidos por hojas acumuladas a lo largo de las tempestades.

En el interior reinaba una suave temperatura. Aislada por paredes de piedra espesas, la casa estaba calentada por una chimenea central. Helena se había ocupado de su abuelo, sentado en su sillón cerca de la chimenea, y había subido al primer piso.

Había dejado rápidamente sus cosas en su habitación, impaciente por su cita con el piano. Era un gran piano de concierto, instalado en posición dominante en la mayor pieza del piso. Alrededor suyo, las sillas y los pupitres en los cuales estaban unas partituras. La luz del crepúsculo entraba por una pequeña ventana que aportaba su iluminación por encima del hombro de la pianista, levemente de lado para no hacer sombra en la partitura. Esta pieza era propicia a la concentración, al recogimiento, verdadero lugar de celebración del culto de la grande música eterna, mas grande que los hombres y capaz de elevar las almas hacia lo divino.

Helena puso la partitura en el pupitre, se sentó en el asiento de terciopelo, y cerro los ojos.

Era la característica de los artistas más grandes de oír siempre antes de jugar. Interiormente escuchaba toda la partitura, representándose cada tonalidad por colores, cada matiz por un peso comparable a un animal, como el ave, el león o el elefante. Su padre, Victorio Canta, director de orquesta formidable, le había enseñado el arte a interiorizar la música, a separarla de las coacciones mecánicas del instrumento.

La partitura no debía depender de un instrumento de metal y de madera, debía venir del alma del músico quien luego imponía a su instrumento de transmitir el reflejo más exacto posible de su visión interior. Cuando puso por fin sus dedos sobre el teclado, estaba lista, la imagen de la música era clara y precisa, y su exigencia despiadada hacia su magnifico instrumento. Era un apaciguamiento inmenso.

La sensación súbita de dejar el mundo real. De flotar en un semi-sueño donde todo era posible. Donde todo era emoción. Belleza y absoluto. Un mundo de amor donde la violencia puede ser bella, y las disonancias resolverse en armonía, un poco como un mundo salvaje sin los hombres, donde el equilibrio sería ley.

¡ Precipitadamente, se paró...!


Series Manga [libros de fantasia]